sábado, 4 de noviembre de 2017

NERO, EL MASÓN





Me encuentro con un magnífico sello del siglo XIII del gremio de los masones, que como se sabe, engloba a muchos oficios y a todos se les llama genéricamente masones. Pero cada "Maestre" de gremio tenía su sello para identificar sus trabajos de los de otros del mismo gremio. Los signos lapidarios o de los canteros que trabajaban la piedra, han superado en su mayoría el paso del tiempo, pero los signos hechos por los carpinteros o ebanistas, han sucumbido al fuego, que a menudo se producían en las iglesias y catedrales, donde las vigas y otras estructuras de madera eran las primeras en arder.

 
Sello de Neri o Nero el Masón - siglo XIII, Museo Británico

 

 

Los “Magister” carpinteros, decidieron posteriormente acuñar sus obras en las empuñaduras de las espadas, colocando su firma entre la hoja y la empuñadura, pero ante el desgaste propio del uso, tampoco han sobrevivido muchos ejemplos. Decir que en el oficio de la masonería los primeros maestros fueron los carpinteros, ya que las primigenias construcciones fueron de madera, aunque posteriormente compartieron el mismo gremio, carpinteros y canteros. Todo ello tiene una connotación religiosa, referente al cristianismo primitivo ya que se sitúa a Jesús como hijo de carpintero, dotándole de toda la simbología masónica, queriendo transmitir que José era el denominado por los masones “Arquitecto del Universo” y a su vez José era hijo del “Gran Arquitecto del Universo” o como lo identifican los masones por sus iniciales “G.A.D.U.”. 

 

Pero dejemos a parte estas disquisiciones teológicas y simbólicas. Este sello que nos ocupa lleva la cruz paté preceptiva de los masones/canteros de la Edad Media, el dibujo característico de la escuadra y un martillo. Por otra parte lleva una inscripción, que el Museo Británico identifica con su dueño que se llama "Neri" y la traduce como "Neri o Nero el Masón". Pues no es correcto del todo y parece mentira que todo un museo que tiene expertos de todo tipo no se haya dignado a especificar de qué gremio era Neri o Nero. Si atendemos al resto de la inscripción veremos que hay una abreviatura latina que dice [LAP] y viene de la palabra  [LAPICIDAE] que significa, pájaro carpintero, con lo cual este señor era del gremio de los carpinteros. ¿Era tan complicado poner una descripción correcta de la pieza ? ¿Y se las dan de eruditos?

 

 

jueves, 27 de julio de 2017

EL GRIAL, UNA COPA MILAGROSA QUE JAMÁS EXISTIÓ



"La última cena de Da Vinci", donde representó unos panes Arton, pan con levadura




La última cena. Esa cena Pascual transcendental que ha marcado la deriva de la religión católica, en la que se dice que Jesús celebró la Eucaristía, repartiendo pan y vino como símbolos de su cuerpo y sangre y dando a beber de su propia copa. Eso han creído millones de creyentes durante más de dos milenios. Pero solo tenemos que pararnos en analizar unas cuantas cuestiones históricas de gran relevancia, pero desapercibidas para las mentes cegadas por la fe, y nos daremos cuenta de que eso no ocurrió. Jesús era judío y como tal, se debía a las tradiciones propias del judaísmo y jamás habría instituido una Eucaristía donde se “coma” y se “beba” el cuerpo y sangre de una persona, que encima se cree un semidios, no entra en los parámetros del judaísmo. La interpretación de esa cena, que fue una cena de despedida y no Pascual, se reflejó posteriormente en los Evangelios, fue preconizada esa interpretación por San Pablo, para justificar la ceremonia de la Eucaristía que posteriormente se celebraba en las misas. Hay otra razón por la que esa cena no fue Pascual y es que, según rezan las escrituras, en esa supuesta Eucaristía se comió pan Ácimo o “Akimo”, o sea, pan sin levadura. Pero hay una contradicción, en esa celebración y es que los judíos para ese acontecimiento anual, mataban a un cordero en el templo y se come con la familia. El cordero se ha de consumir a toda prisa y los restos se han de quemar y se acompaña con un ritual que consta de cuatro copas de vino, lo que se denomina la pronunciación del “Quidús” o “Kiddush” y en ese ritual, la o las copas, porque en ocasiones solo había una copa, se van pasando al resto de comensales. Si hay una copa se beben cuatro sorbos y si hay cuatro copas se bebe un sorbo de cada una de ellas. Fuera de esa celebración, el resto del año se come “Arton” pan con levadura. Así pues Yoshua comió en su cena de despedida pan “Arton” y no fue una cena Pascual puesto que, no se sacrificó ningún cordero. 

Vasos o copas de la época de Jesús, al igual que los que figuran en los supuestos cálices de León y Valencia. Museo Británico



Según la tradición judía, el rito del “Quidús” es un rito de alegría, por lo tanto se da en celebraciones donde no cabe ningún hecho luctuoso o triste, por lo cuál esa cena, si fue de despedida, no sería con motivo del apresamiento y posterior ejecución de Jesús. Así que ateniéndonos a las costumbres judías de la época el “Quidús” se da también en otros ritos de paso, como una boda o una circuncisión. Entonces ¿qué tipo de celebración tuvo lugar?, ¿realmente fue una despedida? O quizás ¿celebraban una boda o circuncisión?, sea lo que fuere lo que sí es seguro es que, no fue una cena pascual.  Por otra parte la copa en la que se hace el rito del “Quidús”, ha de estar perfectamente limpia, sin ningún desperfecto y dependiendo de la posición económica de la familia, podía ser de plata o de algún material noble, algunas de ellas finamente labradas o con el nombre del anfitrión grabado en la copa y era el cabeza de familia el que realizaba este ritual y daba a beber al resto. Si indagamos en la ley y costumbres judaicas, se ve en el contexto justo donde pudo acontecer la “última cena” y tal vez comprender que los recipientes a los que se les atribuye la titularidad de “griales” no sean más que parte del ajuar del siglo I que utilizaban numerosas familias judías para la celebración del “Quidús”. 

Ejemplo actual de una copa para el Kiddush o Quidús, con inscripción y pan Akimo o ácimo, sin levadura

No se puede determinar que esos recipientes tocaran los labios de una persona en concreto y menos acotar ese objeto a la persona de Jesús, porque en la hipótesis indemostrable de que así fuera, el borde de ese recipiente habría sido acariciado por los labios de todos los comensales y por el detalle de que las copas del “Quidús”, en su mayoría debían llevar escrito el nombre del anfitrión y esas copas no llevan ningún tipo de inscripción. Ahora bien, se abre un campo de hipótesis sobre esa celebración, si fue una boda o una circuncisión, ¿podría tratarse de la unión de Jesús con María Magdalena, ya que se atribuye la presencia de la Magdalena en esa cena?, o por el contrario se ¿trataría de la celebración de la circuncisión del hijo de ambos? Si esa copa, protagonista de esa “última cena” llevaba el nombre del anfitrión de la casa donde se celebró, ¿qué nombre llevaría? ¿el del dueño de la casa que supuestamente le dejaron a Jesús para tal evento? O por el contrario ¿era Jesús el dueño del recinto donde tuvo lugar esa cena? Si la copa llevaba el nombre del “conocido” que le prestó la casa para esa cena, sabríamos acotar el lugar exacto donde se produjo tal hecho e indagar quién era esa persona, pero en todo caso no se utilizaría una copa con el nombre de otra persona, se utilizaría una copa sin grabar. Por el contrario, si esa copa llevaba el nombre de Jesús, como es de esperar, ya que ejercía de anfitrión en esa cena y el recinto probablemente era suyo, entonces estamos en la tesitura de que puede haber una copa con el nombre grabado de Jesús, que probablemente estuvo custodiada por el Temple, pero que no dejaría de ser un mero objeto histórico de poder, sin ninguna propiedad milagrosa, con gran valor arqueológico y codiciado por la curia  en relación con las luchas intestinas en la iglesia católica, ya que los judíos no reconocen a Jesús como Mesías y mucho menos como un ser divino o semidivino. Es un camino a recorrer cuanto menos, fascinante.
                                                                                                                    

viernes, 23 de junio de 2017

JAIME I, TEMPLARIO POR MANDATO MATERNO

 
Jaime I


Jaime I, El Conquistador, nació en Montpellier – Francia en 1208 y falleció en Valencia en 1276. Era hijo de Pedro II, el Católico y María de Montpellier, reina consorte de Aragón e hija de Guillermo VIII de Montpellier y Eudoxia Comnena de Constantinopla. Independientemente de las leyendas de cómo fue engendrado, es histórica la vida difícil de este rey desde su nacimiento, de hecho en su propia cuna, sufrió un atentado por parte de un sicario que le arrojó una piedra. Era notorio que el matrimonio de sus padres era un auténtico calvario, su padre acabaría al fin repudiando a su madre. 
 
Triptico en marfil de la representación del matrimonio de los padres de Jaime I


El rechazo a Jaime por parte de su padre, le impidió conocer a su hijo hasta que no cumplió los dos años de edad y resolvió entregarlo a Simón de Montfort para su tutela, prometiendo su matrimonio, con la hija de Simón de Montfort (Amicia), para lo cual, habría de ser recluido en el Castillo de Carcasona hasta la edad de 18 años. La vida de este monarca es de sobra conocida, pero quizás no se haya dilucidado el procedimiento por el cual, Jaime I es entregado a la custodia de los templarios. María de Montpellier, hizo un primer testamento del que parece que se ha silenciado por parte de la historia. Dicho testamento fue otorgado en Aniane (Región Occitana) el 28 de agosto de 1209. En dicho testamento se recoge la disposición de entregar a su hijo Jaime a la custodia de los Templarios, en estos términos…

“Jacobum, filium meum, dimitto in custodia Dei et Beate Marie et in potestate domini Petri, regis Aragonum, patris sui, et volo ut Templum recipiat filium meum et custodiat donec ei illum reddat. Rogo dominum Petrum, regem Aragonum, ut filium et terram custodiat in bona fide et diligat homines Montispessulani pro Deo et pro filio”.


Primer testamento de María de Montpellier 1209

Esta disposición fue hecha cuando Jaime tenía 1 año de edad, asegurándose de salvaguardar el destino de su hijo repudiado por su padre, quién murió inesperadamente en la Batalla de Muret en septiembre de 1213. Ya huérfano de padres, pues su madre falleció unos meses antes que su padre, en abril del mismo año en Roma, el Papa Inocencio III fue el que obligó a Simón de Montfort a liberar al niño y entregarlo a la nobleza catalana que lo reclamaba. Luego, fue el propio Simón de Montfort, quién entregó al niño Jaime a la nobleza catalana quien posteriormente, lo confió al Temple, obedeciendo así a las disposiciones testamentarias de su madre.

 
El Rey Jaime I en su lecho de muerte



jueves, 15 de junio de 2017

VILLA DE SIRGA, ENCOMIENDA Y HOSPITAL TEMPLARIOS




La iglesia de Santa María la Blanca, fue construida por los Templarios y convertida posteriormente en su encomienda, en Villa de Sirga conocida a partir del siglo XVII como Villalcázar de Sirga en Palencia, a la par de esa construcción, acometieron la de uno de los tres hospitales que tuvo la Villa. Cuando vas a informarte en los sitios oficiales, nadie sabe a ciencia cierta cuando comenzó su construcción, todos argumentan que fue a finales del siglo XIII y tampoco saben que hubo un hospital construido por el temple, solo mencionan dos hospitales pero más tardíos. Pues como digo siempre y no me canso de repetir, la desidia hace que, aún en la era de la información y de la tecnología, todavía el profano, el aficionado o el curioso del saber, busque y no encuentre más que mediocridad y se tope cada día con la merma de datos, que le conducen a formarse una idea incompleta de las cosas, sin tener conocimiento de ello, puesto que quien debería proporcionar esos datos, son los lugares, donde historiadores, arqueólogos, antropólogos, etc, en definitiva académicos que supuestamente divulgan materias que, normalmente no son accesibles al común de los mortales, vierten sus progresos y su saber, pero NO!, nadie menciona que…. Existe el documento que otorga, por parte del Monasterio de Jesús El Nazareno de Montearagón de Quicena (Huesca), el permiso de construcción a los Templarios, de la iglesia y del hospital en el año 1275, concretamente el 16-11-1275 Eureka! Ya sabemos la fecha de construcción del templo, tan fácil como buscar en los “malditos” archivos.


Permiso construcción (AHN- Sección clero)


jueves, 25 de mayo de 2017

EL AS EN LA MANGA DE JACQUES DE MOLAY




El Gran Maestre de la Orden del Temple Jacques de Molay, según la mayoría de las hipótesis,  era hijo de Jean de Chaussin, señor de Longwy , de Rahon y de Alix. Esa región pertenecía al Condado de Borgoña o Franco Condado, que no debe confundirse con el Ducado de Borgoña. Otras vías de investigación lo sitúan como descendiente del linaje  de Vergy , ambas familias se enfrentaron en una contienda y la de Vergy, perdió sus posesiones a manos de la familia de Longwy.



Escudo del linaje de Vergy


La familia de Vergy, residía en la misma región de la Borgoña desde el siglo VII y que según la documentación de los archivos de Besançon, eran señores de Rahon al igual que el señor de Longwy. El linaje Vergy se vió involucrado en la custodia del “Sudario de Turín” ya que una hija de Henry de Vergy, Jeanne de Vergy, contraerá matrimonio con un descendiente de Godofredo de Charney, llamado con el mismo nombre, que como se sabe, fue el Comendador Templario de Aquitania, quemado junto a Jacques de Molay. Jeanne de Vergy, organizará en el siglo XIV en Lirey la primera ostensión de la reliquia heredada de sus ancestros.


Escudo linaje de Charney


Sea como fuere, la región que conformó dicho Condado de Borgoña, perteneció desde el siglo IV al reino germánico Burgundio y posteriormente ese reino, fue anexionado al reino de los francos en el siglo V. Se da la circunstancia que el Condado de Borgoña fue un territorio independiente, por lo tanto no perteneció a Francia hasta el siglo XVII. Este hecho es muy importante y  quizás se ha pasado por alto, pues tiene connotaciones muy relevantes.


Placa de la peregrinación del Sudario a Lirey, con los escudos de las familias Charney (izquierda) y Vergy (derecha)


Se deduce de todo esto que Jacques de Molay, no solo no estaba sometido a nadie que no fuera al acto de rendir cuentas ante al Papa exclusivamente, por el mero hecho de ser Templario si no que, al haber nacido en un territorio independiente, no estaba sometido a la obediencia del Rey francés, Felipe IV el Hermoso. No solo esa cuestión debió agudizar el odio del monarca francés hacia Molay, si no que aún le reservaba el destino una última sorpresa amarga, para el abusivo y enfermizo afán de riqueza que albergaba. Las posesiones que pudiera heredar Jacques de Molay por parte de su familia (fuera quien fuera), irían a parar a manos del Conde de Borgoña y no a Felipe IV, ya que como se ha dicho, el Condado de Borgoña no pertenecía a Francia.

viernes, 3 de febrero de 2017

ANCILLA, O DONCELLA DEL TEMPLE

La encomienda de Cressing, era una antigua comandancia del Temple de Essex Inglaterra, donada por la renina Matilda de Boulogne, esposa del rey Esteban  en 1136. En los años siguientes se fueron anexionando nuevas construcciones a la encomienda, con las paulatinas donaciones, convirtiéndose en el asentamiento templario más temprano de Inglaterra. Estaba compuesta por diferentes edificaciones, en las que se encontraban a parte de la casa central, el granero, cervecería, panadería, lechería, herrería, palomar, molinos de agua y de viento, capilla, cementerio y jardines. Originalmente la encomienda tenía una extensión de 14.000 acres, dirigida por un preceptor templario, caballeros, sargentos, capellán y numerosos domésticos que dedicaban su tiempo a la atención y cuidado de las necesidades de los templarios y su vez, supervisaban a cerca de 200 arrendatarios.


Los ingresos obtenidos, se repartían entre la encomienda y a la financiación de las cruzadas en Medio Oriente. Durante el reinado de Eduardo II , la Orden del Temple fue abolida en Inglaterra y la encomienda de Cressing entregada a los Hospitalarios, con todos sus archivos, libros, enseres y efectos personales. Dentro de la documentación de la encomienda, se conserva en los archivos nacionales de Inglaterra con la signatura  “E 358/19” y fechado entre el 9 de enero y el 12 de febrero de 1308 un documento importante, en el que se recoge la asignación de trigo a una doméstica o criada, llamada ANCILLA, por su trabajo de cocinera.

 

 

Este hecho pone de manifiesto, en contra de lo que se piensa de la rigidez de las normas del temple, en las que se prohibía que las mujeres habitaran o trabajaran en las encomiendas que, la historia no es como la cuentan y que la única rigidez la manifiestan los dogmas de historiadores e investigadores, que no pueden admitir que la historia es lo que ha sucedido y no lo que quieren ellos que haya sucedido, para que no se trastoquen sus tesis, durante años rumiadas y no tener que acometer el desagradable trabajo, para ellos, de admitir que están equivocados y que no pasa nada por rectificar. ANCILLA, no solo se dedicó a alimentar al los templarios, durante años, si no que después de la abolición, hasta que cambiaron las normar de administración de la encomienda, siguió haciéndolo.