CÁTAROS, LOS HEREJES PERFECTOS.
Los Cátaros, llamados también albigenses, extendieron
su gnosticismo por Europa entre los
siglos X y XII, enraizando en tierras de Languedoc en Francia, bajo el auspicio
de parte del feudalismo, vasallo de la Corona de Aragón, si bien sus orígenes se
remontan a Bulgaria en el siglo X, con los Bogomilos, hermanos orientales de
los cátaros. Los llamaban herejes, quizás porque la verdad molesta y es
contraria a los intereses de una iglesia funesta, corrupta y opresora a la que
denominaban la prostituta de Babilonia. La acusaban de contradecir los
postulados primigénios, haciendo ostentación de fastos y riquezas. En el siglo
XIII las tierras de Langue d’Oc, así denominadas por el idioma
hablado en el país, no pertenecían a Francia si no a los condes de Tolosa,
tierras que aún vierten en el alma de quien la visita, el horror cometido
contra los buenos hombres y mujeres, más de 200, a los pies del actual Castillo
de Montsegur, último bastión Cátaro el 16 de Marzo de 1244, tierra que contó
con una densa presencia templaria, pero el inicio de la sangrienta cruzada
contra los cátaros se inició en Béziers en 1209, bajo el mando de Simón de Montfort.
En ese horrible suplicio ya fueron precedidos por una docena de hermanos, de la Catedral de Orleáns, que
fueron quemados en 1022, por orden de Roberto el Piadoso (que ironía),
perteneciente a la dinastía de los Capeto.
Despojos de lo que fue la cuna de la
herejía, próspero territorio antaño, ordenado destruir por la inquina de reyes
y papas. La búsqueda de la verdad y el conocimiento, es siempre perseguida y
aniquilada, en esas tierras fueron quemados en un acto genocida, más de 100.000
cátaros, por orden del Papa en la cruzada albigense, que debe su nombre a la
ciudad de Albi, uno de los lugares donde se originó la herejía. Hay vestigios
de las inquietudes esotéricas que primaban en el seno de los cátaros, como la
alquimia, plasmando signos identificativos en las casas de localidades como
Alet-les-Bains, cerca de Limoux. No en vano por esta causa, en 1335 la Inquisición que ya
había constatado que la extensión de esas creencias o prácticas, habían llegado
a Touluse y Carcasonne, acusó a 63 personas de hechicería, arrancándoles
confesiones por los métodos habituales en ella. La orden de los Dominicos que
nutrió las filas de la inquisición de eficientes sanguinarios, que supieron
arrancar con sus sádicos métodos confesiones interesadas, que hoy en día
carecen de valor. Entre los testimonios destaca el de una joven llamada
Anne-Marie de Georgel, quien declaró que para los cátaros existían dos dioses,
el creador del mundo y el de los cielos.
Es notoria la dualidad existente en
las creencias de los cátaros, proveniente del gnosticismo y el maniqueísmo,
corriente religiosa universalista, fundada por el sabio persa Mani, consistente
en la creencia de dos principios creadores, que estaban en continua pugna,
asociados a la luz y a las tinieblas, tal y como creían también otros grupos
similares como los mandeos, seguidores de Juan el Bautista. Los postulados
cátaros definen un reino de Dios, creador de las almas y los cielos, de todo lo
espiritual y un Dios malo (Satán) creador de todo lo corrupto, del mundo
material, las guerras y la iglesia. Así mismo creían que la iglesia había encarnado
en Cristo la difusión de su fe, haciendo de él un instrumento corrupto. No
admitían que Jesús fuera una encarnación, sino una aparición, puesto que un
Dios bueno, creador de las almas y el cielo, no habría manifestado una forma
material y corrupta, para llevar el mensaje y el camino divino. Esta postura
proviene del docetismo, que sostiene que Jesús, no nació de la Vírgen, no fue crucificado,
porque no era un cuerpo real. Fue el filósofo gnóstico Basílides quien hizo la
afirmación de que, quien cargó con la penitencia de Jesús fue, Simón de Cirene.
Así mismo sostenían que el pecado se produjo en el
cielo, perpetuándose en la materia, confinada el alma en un cuerpo corrupto,
del que había que desprenderse, para llegar a la iluminación y salvación, por
medio de la gnosis, del conocimiento, que era el estado primigenio de las almas
y así volver al origen. Creían en la reencarnación y negaban el bautismo por
medio del agua, llevaban una vida ascética por la cual se llegaba al grado de
perfecto. Se oponían al matrimonio con fines reproductivos y la alimentación
que tuviese un origen emanado por generación, como los huevos, carne y leche.
Vestían de negro o de azul oscuro con un simple cinto, eran vegetarianos y
vivían en la más estricta castidad. Se decía de ellos que llevaban una
existencia irreprochable. Moraban en “castrum” o castros pueblos o poblados
fortificados, que han sido confundidos por castillos, nada más lejos de la
realidad, esos castros se encontraban a los pies de torres feudales, ya que los
castillos a los que se les atribuye un origen cátaro, fueron posteriores a los
acontecimientos que nos ocupan. Sin duda los parajes son de inigualable belleza
y merecen su visita, pero no desde la perspectiva cátara por no ser sus
artífices en la construcción de dichos castillos. Un ejemplo de castrum cátaro
en el de Cabaret (Aude), cuyas excavaciones realizadas por la arqueóloga Marie
Elise Gardel han puesto de manifiesto un hermoso pueblo en piedra.
Su
organización comunal era mixta, tenían sus obispos y un único sacramento que
era el consolamentum , era en sí tres sacramentos en uno, el bautismo, comunión
y extremaunción, que se aplicaba mediante unas palabras del evangelio de San
Juan, en su mayoría a la hora de su muerte y eran convertidos en perfectos. En
casos extremos por enfermedad, practicaban la endura, un suicidio por inanición
y ese ayuno total les valía el derecho al consolamentum. Se tiene constancia de
dos textos cátaros que han llegado a nosotros, Liber de Doubus principiis “El libro de los dos principios” y “ La cena secreta”. También se conserva un
solo ejemplar de la
Biblia Cátara, escrita en occitano, cuya traducción en
francés fue a cargo de René Nelli en su libro “Ecritures Cathares. (Enlace de la Biblia Cátara, en occitano, al final del artículo para su descarga).
Montsegur
Si bien se ha hablado durante al articulo de
Cátaros, es más bien una palabra despectiva, identificando a los herejes por
parte de la iglesia. No proviene, como se suele aceptar del griego katharos (καθαρός), los puros, que en
realidad es lo que eran, si no que su denominación peyorativa se le da la
palabra cattus, "gato", incidiendo en que eran herejes y brujos. Yo prefiero
llamarlos los Buenos hombres y mujeres, que vivían de acuerdo con sus principios
y creencias en las ciudades de Carcassonne , Foix, Cahors y Albi.
Carcassonne
El final de los cátaros se circunscribe en el
castillo de Montsegur, se rodea de misterio y de leyenda, si bien es cierto que
en contra de lo que se piensa, Montsegur no fue notario del final de los
cátaros, o más bien su castillo, no fue testigo de su agonía. Excavaciones
arqueológicas y testimonios de casi una veintena de supervivientes, recogidos
por un inquisidor, revelan que quienes habitaron ese gran paraje, jamás vieron
con sus ojos el castillo de Montsegur porque aún no existía, en ese tiempo era
un castrum, o sea un pueblo fortificado. Su tesoro fue el conocimiento y el
ejemplo de vida, llevado quizás por buenos hombres como Hugo, Sabatier etc,
para que otros siguieran con su labor, como los exiliados en Cremona, nada
material en lo concerniente a reliquias, opuesta esa práctica o atesoramiento a
sus principios. La leyenda posterior, fraguada y alimentada por intereses
varios, no es la esencia ni la verdad de los Buenos hombres.
Estela en conmemoración a los cátaros quemados
Muerte de Simón de Montfort durante el asedio a Toulouse
“Hay
dos iglesias, la una huye y perdona, la otra posee y despelleja “.
Biblia Cátara en occitano, descarga:
Información sobre textos cátaros en estos enlaces:
Un trabajo merecedor de pararse a leer y recrearse en todo dato aqui reselado, incluyendo las cifras que pasaremos por alto pues por no hacer algebras y aproximaciones decimales, solo en La Vall dels Cremats de la ladera bajo el Castillo de Montsegur, fueron sacrificados en la hoguera mas, y digo mas de 300 y solo en ese lugar. La expresión Cruzada Albigense es sin lugar a dudas un genocidio de gran escalaen el que la gente no repara si no más cuando se tacha dee (Cruzada), lo que nos indica que es una campaña de extrminio a lo "top-ten" y deun calibrte que sobrepasa todo coto y barrera. Aqui se puede contemplar además de unas imágenes verdaderamente buenas, un contnido muy rico y aderezado con esos enlaces que pueden ser de mucha utilidad. Aun hoy en dia, creo que hay gente que desconoce que es el catarismo como tal, como forma de concebir nuestro mundo y como modo de vida, pienso que se adelantaron al tiempo y que tal vez fueron los primeros protestantes de la historia renegando de las doctrinas y mandatos de Roma y eso supuso pagar un muy alto precio y como final decir en conclusión que la ecuación ya ha sido despejada y como resultado final nos da X= a baile de máscaras durante 2000 años o más y digo más aludiendo a lo anteriormente mencionado , no hacer mas cálculos. Una muy buen Tarea y digna.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu valoración, se ha intentado condensar lo importante para que se tenga una apreciación justa de lo que fue el catarismo y quienes lo profesaron, despojando de romanticismos literarios, que envuelven a los hechos de cualquier índole, en puras fantasías, en detrimento de la verdad.
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