BLOG DEDICADO A TEMAS OCULTOS COMO ALQUIMIA, COSMOGONÍA, TEMPLARIOS, CÁTAROS, RELIGIÓN, INQUISICIÓN, ETC. ÁREAS OSCURAS DE LA HUMANIDAD, QUE SIEMPRE HAN ESTADO INACCESIBLES Y CUBIERTAS CON UNA PÁTINA DE OSCURIDAD. ¡¡¡ AVISO LEGAL !!! , TODOS LOS TEXTOS ESTÁN PROTEGIDOS POR DERECHOS DE AUTOR BAJO EL © COPYRIGTH DE D-GÓTICO. PROHIBIDA SU PUBLICACIÓN TOTAL O PARCIAL.
sábado, 4 de noviembre de 2017
jueves, 27 de julio de 2017
EL GRIAL, UNA COPA MILAGROSA QUE JAMÁS EXISTIÓ
"La última cena de Da Vinci", donde representó unos panes Arton, pan con levadura |
La última cena. Esa cena Pascual
transcendental que ha marcado la deriva de la religión católica, en la que se
dice que Jesús celebró la
Eucaristía, repartiendo pan y vino como símbolos de su cuerpo
y sangre y dando a beber de su propia copa. Eso han creído millones de
creyentes durante más de dos milenios. Pero solo tenemos que pararnos en
analizar unas cuantas cuestiones históricas de gran relevancia, pero
desapercibidas para las mentes cegadas por la fe, y nos daremos cuenta de que
eso no ocurrió. Jesús era judío y como tal, se debía a las tradiciones propias
del judaísmo y jamás habría instituido una Eucaristía donde se “coma” y se
“beba” el cuerpo y sangre de una persona, que encima se cree un semidios, no
entra en los parámetros del judaísmo. La interpretación de esa cena, que fue
una cena de despedida y no Pascual, se reflejó posteriormente en los Evangelios,
fue preconizada esa interpretación por San Pablo, para justificar la ceremonia
de la Eucaristía
que posteriormente se celebraba en las misas. Hay otra razón por la que esa
cena no fue Pascual y es que, según rezan las escrituras, en esa supuesta
Eucaristía se comió pan Ácimo o “Akimo”, o sea, pan sin levadura. Pero hay una
contradicción, en esa celebración y es que los judíos para ese acontecimiento
anual, mataban a un cordero en el templo y se come con la familia. El cordero
se ha de consumir a toda prisa y los restos se han de quemar y se acompaña con
un ritual que consta de cuatro copas de vino, lo que se denomina la
pronunciación del “Quidús” o “Kiddush” y en ese ritual, la o las copas, porque
en ocasiones solo había una copa, se van pasando al resto de comensales. Si hay una copa se beben cuatro sorbos y si hay cuatro copas se bebe un sorbo de cada una de ellas. Fuera
de esa celebración, el resto del año se come “Arton” pan con levadura. Así pues
Yoshua comió en su cena de despedida pan “Arton” y no fue una cena Pascual
puesto que, no se sacrificó ningún cordero.
Vasos o copas de la época de Jesús, al igual que los que figuran en los supuestos cálices de León y Valencia. Museo Británico |
Según la tradición judía, el rito
del “Quidús” es un rito de alegría, por lo tanto se da en celebraciones donde
no cabe ningún hecho luctuoso o triste, por lo cuál esa cena, si fue de
despedida, no sería con motivo del apresamiento y posterior ejecución de Jesús.
Así que ateniéndonos a las costumbres judías de la época el “Quidús” se da
también en otros ritos de paso, como una boda o una circuncisión. Entonces ¿qué
tipo de celebración tuvo lugar?, ¿realmente fue una despedida? O quizás
¿celebraban una boda o circuncisión?, sea lo que fuere lo que sí es seguro es
que, no fue una cena pascual. Por otra
parte la copa en la que se hace el rito del “Quidús”, ha de estar perfectamente
limpia, sin ningún desperfecto y dependiendo de la posición económica de la
familia, podía ser de plata o de algún material noble, algunas de ellas
finamente labradas o con el nombre del anfitrión grabado en la copa y era el
cabeza de familia el que realizaba este ritual y daba a beber al resto. Si
indagamos en la ley y costumbres judaicas, se ve en el contexto justo donde
pudo acontecer la “última cena” y tal vez comprender que los recipientes a los
que se les atribuye la titularidad de “griales” no sean más que parte del ajuar
del siglo I que utilizaban numerosas familias judías para la celebración del
“Quidús”.
Ejemplo actual de una copa para el Kiddush o Quidús, con inscripción y pan Akimo o ácimo, sin levadura |
No se puede determinar que esos recipientes tocaran los labios de una
persona en concreto y menos acotar ese objeto a la persona de Jesús, porque en
la hipótesis indemostrable de que así fuera, el borde de ese recipiente habría
sido acariciado por los labios de todos los comensales y por el detalle de que
las copas del “Quidús”, en su mayoría debían llevar escrito el nombre del
anfitrión y esas copas no llevan ningún tipo de inscripción. Ahora bien, se
abre un campo de hipótesis sobre esa celebración, si fue una boda o una
circuncisión, ¿podría tratarse de la unión de Jesús con María Magdalena, ya que
se atribuye la presencia de la
Magdalena en esa cena?, o por el contrario se ¿trataría de la
celebración de la circuncisión del hijo de ambos? Si esa copa, protagonista de
esa “última cena” llevaba el nombre del anfitrión de la casa donde se celebró,
¿qué nombre llevaría? ¿el del dueño de la casa que supuestamente le dejaron a
Jesús para tal evento? O por el contrario ¿era Jesús el dueño del recinto donde
tuvo lugar esa cena? Si la copa llevaba el nombre del “conocido” que le prestó
la casa para esa cena, sabríamos acotar el lugar exacto donde se produjo tal
hecho e indagar quién era esa persona, pero en todo caso no se utilizaría una
copa con el nombre de otra persona, se utilizaría una copa sin grabar. Por el
contrario, si esa copa llevaba el nombre de Jesús, como es de esperar, ya que
ejercía de anfitrión en esa cena y el recinto probablemente era suyo, entonces
estamos en la tesitura de que puede haber una copa con el nombre grabado de
Jesús, que probablemente estuvo custodiada por el Temple, pero que no dejaría
de ser un mero objeto histórico de poder, sin ninguna propiedad milagrosa, con
gran valor arqueológico y codiciado por la curia en relación con las luchas intestinas en la
iglesia católica, ya que los judíos no reconocen a Jesús como Mesías y mucho
menos como un ser divino o semidivino. Es un camino a recorrer cuanto menos,
fascinante.
viernes, 23 de junio de 2017
JAIME I, TEMPLARIO POR MANDATO MATERNO
Jaime I, El Conquistador, nació
en Montpellier – Francia en 1208 y falleció en Valencia en 1276. Era hijo de
Pedro II, el Católico y María de Montpellier, reina consorte de Aragón e hija
de Guillermo VIII de Montpellier y Eudoxia Comnena de Constantinopla.
Independientemente de las leyendas de cómo fue engendrado, es histórica la vida
difícil de este rey desde su nacimiento, de hecho en su propia cuna, sufrió un
atentado por parte de un sicario que le arrojó una piedra. Era notorio que el
matrimonio de sus padres era un auténtico calvario, su padre acabaría al fin
repudiando a su madre.
El rechazo a Jaime por parte de su padre, le impidió
conocer a su hijo hasta que no cumplió los dos años de edad y resolvió entregarlo
a Simón de Montfort para su tutela, prometiendo su matrimonio, con la hija de
Simón de Montfort (Amicia), para lo cual, habría de ser recluido en el Castillo
de Carcasona hasta la edad de 18 años. La vida de este monarca es de sobra
conocida, pero quizás no se haya dilucidado el procedimiento por el cual, Jaime
I es entregado a la custodia de los templarios. María de Montpellier, hizo un
primer testamento del que parece que se ha silenciado por parte de la historia.
Dicho testamento fue otorgado en Aniane (Región Occitana) el 28 de agosto de
1209. En dicho testamento se recoge la disposición de entregar a su hijo Jaime
a la custodia de los Templarios, en estos términos…
“Jacobum, filium meum, dimitto in
custodia Dei et Beate Marie et in potestate domini Petri, regis Aragonum,
patris sui, et volo ut Templum recipiat filium meum et custodiat donec ei illum
reddat. Rogo dominum Petrum, regem Aragonum, ut filium et terram custodiat in
bona fide et diligat homines Montispessulani pro Deo et pro filio”.
Primer testamento de María de Montpellier 1209 |
Esta disposición fue hecha cuando
Jaime tenía 1 año de edad, asegurándose de salvaguardar el destino de su hijo
repudiado por su padre, quién murió inesperadamente en la Batalla de Muret en
septiembre de 1213. Ya huérfano de padres, pues su madre falleció unos meses
antes que su padre, en abril del mismo año en Roma, el Papa Inocencio III fue
el que obligó a Simón de Montfort a liberar al niño y entregarlo a la nobleza
catalana que lo reclamaba. Luego, fue el propio Simón de Montfort, quién
entregó al niño Jaime a la nobleza catalana quien posteriormente, lo confió al
Temple, obedeciendo así a las disposiciones testamentarias de su madre.
jueves, 15 de junio de 2017
VILLA DE SIRGA, ENCOMIENDA Y HOSPITAL TEMPLARIOS
La iglesia de Santa María la Blanca, fue construida por los
Templarios y convertida posteriormente en su encomienda, en Villa de Sirga
conocida a partir del siglo XVII como Villalcázar de Sirga en Palencia, a la
par de esa construcción, acometieron la de uno de los tres hospitales que tuvo la Villa. Cuando vas a informarte
en los sitios oficiales, nadie sabe a ciencia cierta cuando comenzó su
construcción, todos argumentan que fue a finales del siglo XIII y tampoco saben que
hubo un hospital construido por el temple, solo mencionan dos hospitales pero
más tardíos. Pues como digo siempre y no me canso de repetir, la desidia hace
que, aún en la era de la información y de la tecnología, todavía el profano, el
aficionado o el curioso del saber, busque y no encuentre más que mediocridad y
se tope cada día con la merma de datos, que le conducen a formarse una idea
incompleta de las cosas, sin tener conocimiento de ello, puesto que quien
debería proporcionar esos datos, son los lugares, donde historiadores,
arqueólogos, antropólogos, etc, en definitiva académicos que supuestamente
divulgan materias que, normalmente no son accesibles al común de los mortales,
vierten sus progresos y su saber, pero NO!, nadie menciona que…. Existe el
documento que otorga, por parte del Monasterio de Jesús El Nazareno de Montearagón de Quicena (Huesca), el permiso de construcción a los Templarios, de la iglesia
y del hospital en el año 1275, concretamente el 16-11-1275 Eureka! Ya sabemos la fecha de construcción del
templo, tan fácil como buscar en los “malditos” archivos.
Permiso construcción (AHN- Sección clero) |
jueves, 25 de mayo de 2017
EL AS EN LA MANGA DE JACQUES DE MOLAY
El Gran Maestre de la Orden del Temple Jacques de
Molay, según la mayoría de las hipótesis, era hijo de Jean de Chaussin, señor de Longwy
, de Rahon y de Alix. Esa región pertenecía al Condado de Borgoña o Franco Condado,
que no debe confundirse con el Ducado de Borgoña. Otras vías de investigación
lo sitúan como descendiente del linaje de Vergy , ambas familias se enfrentaron en
una contienda y la de Vergy, perdió sus posesiones a manos de la familia de
Longwy.
Escudo del linaje de Vergy
La familia de Vergy, residía en la misma región de la Borgoña desde el siglo VII
y que según la documentación de los archivos de Besançon, eran señores de Rahon
al igual que el señor de Longwy. El linaje Vergy se vió involucrado en la
custodia del “Sudario de Turín” ya que una hija de Henry de Vergy, Jeanne de
Vergy, contraerá matrimonio con un descendiente de Godofredo de Charney,
llamado con el mismo nombre, que como se sabe, fue el Comendador Templario de
Aquitania, quemado junto a Jacques de Molay. Jeanne de Vergy, organizará en el
siglo XIV en Lirey la primera ostensión de la reliquia heredada de sus
ancestros.
Escudo linaje de Charney
Sea como fuere, la región que conformó dicho Condado de Borgoña,
perteneció desde el siglo IV al reino germánico Burgundio y posteriormente ese
reino, fue anexionado al reino de los francos en el siglo V. Se da la
circunstancia que el Condado de Borgoña fue un territorio independiente, por lo
tanto no perteneció a Francia hasta el siglo XVII. Este hecho es muy importante
y quizás se ha pasado por alto, pues
tiene connotaciones muy relevantes.
Placa de la peregrinación del Sudario a Lirey, con los escudos de las familias Charney (izquierda) y Vergy (derecha)
Se deduce de todo esto que Jacques de
Molay, no solo no estaba sometido a nadie que no fuera al acto de rendir
cuentas ante al Papa exclusivamente, por el mero hecho de ser Templario si no
que, al haber nacido en un territorio independiente, no estaba sometido a la
obediencia del Rey francés, Felipe IV el Hermoso. No solo esa cuestión debió
agudizar el odio del monarca francés hacia Molay, si no que aún le reservaba el
destino una última sorpresa amarga, para el abusivo y enfermizo afán de riqueza
que albergaba. Las posesiones que pudiera heredar Jacques de Molay por parte de
su familia (fuera quien fuera), irían a parar a manos del Conde de Borgoña y no
a Felipe IV, ya que como se ha dicho, el Condado de Borgoña no pertenecía a
Francia.
Escudo del linaje de Vergy |
La familia de Vergy, residía en la misma región de la Borgoña desde el siglo VII y que según la documentación de los archivos de Besançon, eran señores de Rahon al igual que el señor de Longwy. El linaje Vergy se vió involucrado en la custodia del “Sudario de Turín” ya que una hija de Henry de Vergy, Jeanne de Vergy, contraerá matrimonio con un descendiente de Godofredo de Charney, llamado con el mismo nombre, que como se sabe, fue el Comendador Templario de Aquitania, quemado junto a Jacques de Molay. Jeanne de Vergy, organizará en el siglo XIV en Lirey la primera ostensión de la reliquia heredada de sus ancestros.
Escudo linaje de Charney |
Sea como fuere, la región que conformó dicho Condado de Borgoña, perteneció desde el siglo IV al reino germánico Burgundio y posteriormente ese reino, fue anexionado al reino de los francos en el siglo V. Se da la circunstancia que el Condado de Borgoña fue un territorio independiente, por lo tanto no perteneció a Francia hasta el siglo XVII. Este hecho es muy importante y quizás se ha pasado por alto, pues tiene connotaciones muy relevantes.
Placa de la peregrinación del Sudario a Lirey, con los escudos de las familias Charney (izquierda) y Vergy (derecha) |
Se deduce de todo esto que Jacques de Molay, no solo no estaba sometido a nadie que no fuera al acto de rendir cuentas ante al Papa exclusivamente, por el mero hecho de ser Templario si no que, al haber nacido en un territorio independiente, no estaba sometido a la obediencia del Rey francés, Felipe IV el Hermoso. No solo esa cuestión debió agudizar el odio del monarca francés hacia Molay, si no que aún le reservaba el destino una última sorpresa amarga, para el abusivo y enfermizo afán de riqueza que albergaba. Las posesiones que pudiera heredar Jacques de Molay por parte de su familia (fuera quien fuera), irían a parar a manos del Conde de Borgoña y no a Felipe IV, ya que como se ha dicho, el Condado de Borgoña no pertenecía a Francia.
viernes, 3 de febrero de 2017
ANCILLA, O DONCELLA DEL TEMPLE
La encomienda de Cressing, era una antigua comandancia del Temple de Essex Inglaterra, donada por la renina Matilda de Boulogne, esposa del rey Esteban en 1136. En los años siguientes se fueron anexionando nuevas construcciones a la encomienda, con las paulatinas donaciones, convirtiéndose en el asentamiento templario más temprano de Inglaterra. Estaba compuesta por diferentes edificaciones, en las que se encontraban a parte de la casa central, el granero, cervecería, panadería, lechería, herrería, palomar, molinos de agua y de viento, capilla, cementerio y jardines. Originalmente la encomienda tenía una extensión de 14.000 acres, dirigida por un preceptor templario, caballeros, sargentos, capellán y numerosos domésticos que dedicaban su tiempo a la atención y cuidado de las necesidades de los templarios y su vez, supervisaban a cerca de 200 arrendatarios.
Los ingresos obtenidos, se repartían entre la encomienda y a la financiación de las cruzadas en Medio Oriente. Durante el reinado de Eduardo II , la Orden del Temple fue abolida en Inglaterra y la encomienda de Cressing entregada a los Hospitalarios, con todos sus archivos, libros, enseres y efectos personales. Dentro de la documentación de la encomienda, se conserva en los archivos nacionales de Inglaterra con la signatura “E 358/19” y fechado entre el 9 de enero y el 12 de febrero de 1308 un documento importante, en el que se recoge la asignación de trigo a una doméstica o criada, llamada ANCILLA, por su trabajo de cocinera.
Este hecho pone de manifiesto, en contra de lo que se piensa de la rigidez de las normas del temple, en las que se prohibía que las mujeres habitaran o trabajaran en las encomiendas que, la historia no es como la cuentan y que la única rigidez la manifiestan los dogmas de historiadores e investigadores, que no pueden admitir que la historia es lo que ha sucedido y no lo que quieren ellos que haya sucedido, para que no se trastoquen sus tesis, durante años rumiadas y no tener que acometer el desagradable trabajo, para ellos, de admitir que están equivocados y que no pasa nada por rectificar. ANCILLA, no solo se dedicó a alimentar al los templarios, durante años, si no que después de la abolición, hasta que cambiaron las normar de administración de la encomienda, siguió haciéndolo.
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