domingo, 8 de septiembre de 2013

REX BELLATOR. EL PROYECTO FALLIDO DE UNA UNIÓN





En numerosas  ocasiones se intentó por parte de la iglesia y la monarquía, aglutinar en una sola orden a los Templarios y Hospitalarios bajo las mismas directrices y un mismo hábito, sin éxito. Siempre se habían negado los Templarios a semejante empresa, ya que ellos no compartían los mismos fundamentos que las demás órdenes. A caballo de los siglos XIII y XIV, se gestaron numerosos escritos orientados a la recuperación de Tierra Santa y a la resolución de los problemas, ya que la preocupación por la pérdida de Acre era evidente. 



Entre esas obras, a parte de las dedicadas por el médico Galvano de Bueno y Pierre Dubois, abogado del Felipe IV el Hermoso entre los años (1268-1314), con el libro “De recuperatione Terrae sanctae “, destacan los textos del religioso y polifacético escritor mallorquín del siglo XIII Ramón Llull, que desempeñó en el real palacio de D. Jaime II de Mallorca los cargos de senescal y mayordomo, en cuyas obras, “Quomodo Terra Sancta recuperari potest”, “   Liber de Fine “ y “  Liber de Acquisitione Terrae Sanctae “, recoge el plan llamado “Rex Bellator”, para la culminación de la unión de todas las ordenes tanto en Tierra Santa, como en la Península, bajo el mando de un rey guerrero, viudo o soltero. 



Estaba prevista, a parte de una incursión bélica, para la recuperación de Tierra Santa, una ofensiva espiritual mediante la instrucción de un grupo de frailes en lenguas árabes. Los propósitos de Llull eran que, la cabeza de este proyecto, como “Rex Bellator” fuera el rey Jaime II de Aragón o su hijo Jaime de Aragón y de Anjou. Esta idea no era bien recibida por Felipe IV “El hermoso”, que también disputaba semejante nombramiento y cuyo título sería el de “Rex pacis”. La culminación de este proyecto, significaba un gran poder y quién lo ostentara se posicionaría en el liderazgo del mundo, por ese motivo el rey Jaime II, tenía especial interés en conseguir tal poder y para ello debía mediar en la liberación del que sería el sucesor del Gran Maestre Jacques de Molay, Dalmau de Rocabertí, último jefe militar templario, (hijo del vizconde de Peralada Rocabertí, Dalmau VI de Rocabertí), capturado en la isla de Arwad (Siria) en 1302 y posteriormente trasladado junto a otros caballeros a El Cairo, después de que unos 900 templarios entre sargentos y turcoples (ayudantes sirios) fueran ejecutados en la guarnición templaria de Arwad. Numerosas embajadas a Egipto se enviaron para intentar la liberación de Rocabertí entre los años 1303 – 1306, comandadas por el templario Eymeric de Usall mediando ante el sultán An-Nàssir sin conseguirlo y posteriormente en otra embajada enviada en 1315, fue cuando Dalmau de Rocaberti fue liberado, regresando a Cataluña falleciendo años después en 1326, en el monasterio de Santa Maria de Vilabertrán, Girona. 









No es de extrañar que Rocaberti se convirtiera en el sucesor de Molay al regresar a Cataluña y ostentara el cargo de Gran Maestre hasta su muerte, ya que gozó de la más alta consideración entre los templarios catalanes. Luego, la cadena de maestres, no fue interrumpida, al coger el relevo de Jacques de Molay, Dalmau de Rocaberti. Teniendo en cuenta todo lo relatado y el desmesurado interés de Felipe IV de Francia en alzarse como “Rex Pacis”, ya que quiso ingresar en la orden del temple, al fallecer su esposa Blanca I de Navarra, siendo rechazado por la orden y el intento por conseguir la unificación de todas las ordenes en 1301, tras entrevistarse Llull con Molay en Chipre, a lo que se negó el gran maestre  y reiteró una vez más en la convocatoria de 1306 en Poitiers por el Papa Clemente V, todo ello confluyó, a parte de las motivaciones económicas, al apresamiento, ejecución de los templarios y la abolición de la orden. 



jueves, 18 de julio de 2013

EL TEMPLE EN EL SIGLO XVIII




Tras la abolición de la Orden del Temple y el embargo de sus bienes en 1312 en el Concilio de Vienne, mediante las  Bulas “VOX IN ECELSO”, “AD PROVIDAM” y “CONSIDERANTES DUDUM” del Papa Clemente V, las posesiones de la orden templaria formaron parte del reparto entre varias ordenes, los Hospitalarios y las ordenes de Calatrava y Montesa, estas últimas bajo el manto del Cister. Para que no recayesen todos los bienes del temple en una sola orden internacional, como eran los Hospitalarios, el Rey Jaime II entabló negociaciones con el papado, para crear una orden militar en el reino de Valencia, cuyos objetivos serían la protección de las fronteras y la lucha contra los musulmanes. Así pues mediante una bula del Papa Juan XXII, el 10 de Julio de 1317 se promulgó la fundación de la orden, pero no fue instituida hasta el 22 de Julio de 1319, tomando el nombre de Santa María de Montesa, antes conocida como Santa María de Montereal. Fue en el año 1400 cuando se anexionaron a la orden de Montesa, los bienes de la orden de San Jorge de Alfama, fundada en 1201 por Pedro de Aragón, dando como resultado su denominación completa que es “Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama”. Su naturaleza en cuanto a dependencia jurídica, nunca ha sido explicada con claridad, ya que dependía de la Orden de Calatrava y del Monasterio de “Les Santes Creus” en Tarragona. Como se vislumbra en esta pequeña introducción, su ambigüedad en lo que respecta a su creación y dependencia, tiene la solera de su predecesora templaria, a la que heredaron.

 


No solo el patrimonio del la orden del Temple fue transferido a la orden de Montesa si no que, el capital humano también. Se suele rehuir este hecho y es que bajo el auspicio de Montesa, fueron acogidos hermanos templarios. Pero lejos de lo que se supone, no fue en calidad de darles asilo y dejar que concluyesen sus vidas en un monasterio, si no que su papel, como veremos, fue relevante y continuado. Aunque es explícita la ausencia de documentación que demuestre que los templarios tuvieron una presencia relevante después de su abolición, es así mismo patente el interés de borrar toda huella que indique su continuidad, más allá de esa fatal decisión. Pero tal omisión no supone un obstáculo para quién busca afanosamente una respuesta a tal silencio.

 


Un hecho luctuoso se cernió sobre la Villa de Montesa el 23 de Marzo de 1748 Según las crónicas de la época, ese fatídico día, la Villa de Montesa sufrió un fuerte terremoto, provocando la ruina casi total del castillo y casa conventual de la orden de Montesa. En la relación de víctimas, hay una lista de infortunados entre los que se encuentran diferentes cargos de la orden, como Prior, Clavero, Frey, así como personal de servicio, novicios etc. Fallecieron entre ellos el Prior de Alfama, el de Vallada y el Prior del convento, Frey D. Joseph Ortells, que no sería nada insólito, si no fuera porque este Prior, es citado en escasos, pero no menos importantes documentos, como Prior del Temple, además de Prior de Montesa. Anteriormente ya hubo otros priores del temple en el siglo XVII, como Pablo Inglés, ya citado en un artículo en este blog y Gregorio Torres. Según estos datos, hay un hecho claro de que el temple siguió renovando sus cargos dentro de la orden de Montesa, desde que se les dio “cobijo” con posterioridad a su extinción. No hay lugar a la duda en afirmar que los cargos están perfectamente denominados y que se hace distinción, en el caso que nos ocupa de Frey D. Joseph Ortells, entre orden de Montesa y del Temple. Si fue abolida dicha orden, no tendría razón de ser que un religioso de Montesa, ostentase el título de Prior del Temple y menos en el siglo XVIII. Como veremos más adelante, con documentación, gozaba este Prior de alta responsabilidad y consideración ya que el propio Rey le encomendó la tarea de proveer de nuevos hermanos al convento y como también se refleja en otro documento, las pruebas de limpieza de sangre e hidalguía que se les practicaban a todo candidato a ingresar en la orden de Montesa, las efectúan igualmente para renovar el cargo de Prior del Temple.


Pago por el encargo de las pruebas de sangre



Pruebas de limpieza de sangre
 

Si bien es cierto que la orden del Temple poseía una iglesia convento en la ciudad de Valencia, existente hoy en día, tras la abolición perdieron esta propiedad al igual que todo lo demás. Esta iglesia fue completamente remodelada entre los años 1761 y 1770 por mandato de Carlos III, para albergar a los caballeros de la Orden de Montesa tras el terremoto acaecido como se ha dicho en 1748, como vemos pasaron varios años hasta que se instalaron en la nueva ubicación y fue a partir de su establecimiento en ese convento cuando, si en alguna ocasión se hace alusión a algún Prior de la Orden de Montesa, sin olvidar su rango en dicha orden, se le añade la ubicación de “Prior del Palacio del Temple”, que es muy distinto a la denominación “Prior del Temple”, que indica un cargo y una orden específica.

Como se puede observar en la Bula de Clemente XIII y más allá de la retórica propia de su tiempo, en esencia explica, como ha de quedar consolidada la jerarquía del Prior en el nuevo convento de Montesa (Antiguo palacio del Temple) y manifiesta que el anterior cargo de Prior del Temple (Joseph Ortells, fallecido en el terremoto) y que se dirige a él como Prior del Priorato del Temple, deje de tener vigencia y que en resumen, el actual cargo sea, Prior del Palacio del Temple. Y en este punto reitero que, no ha lugar a referirse al Prior del Temple, ya fallecido y más explícitamente, del Priorato del Temple, que engloba todas las posesiones, si ya se les desposeyó de tales bienes y de la misma orden en 1307.






Esta aclaración la veo necesaria para apaciguar apetitos suspicaces. Para una servidora queda más que claro, pero siempre está abierta la posibilidad de rebatir, ampliar, debatir, etc estas y otras cuestiones, por lo que aconsejo que para avanzar… ¡INVESTIGAR!.











viernes, 31 de mayo de 2013

LA CRUZ PATÉ EN EGIPTO

Djehutihotep fue un nomarca del decimoquinto nomo (división administrativa) del Alto Egipto. Su tumba está en Deir el-Bersha y data de la dinastía XI-XII. Vivió durante los reinados de Amenemhat II , Senusret II y Senusret III, faraones de la dinastía XII, estamos hablando del siglo XVIII antes de Cristo, o sea de una antigüedad considerable que nos corrobora la idea de que la cruz paté es un símbolo ancestral de sabiduría, solo transmitible a los iniciados, no es exclusivo del temple, como muchos piensan, sino que vendría a ser como una marca distintiva para aquellos que ostentan el verdadero conocimiento esotérico y que nadie más que ellos, tiene derecho a llevar, es una manera de reconocimiento para el que sepa ver y distinguir que quién porta esa cruz, es algo más que una simple milicia cruzada.

 

 

 

Tal es el ejemplo de Shamsi-Adad V, que fue rey de Asiria en el período comprendido entre 823 a. C. y 811 a. C. Lleva la cruz paté en el pecho.Está plagado este monumento funerario de cruces paté y es precísamente por ostentar este monarca, entre otros títulos, el de sumo sacerdote de Thoth en Hermópolis y su mujer el de sacerdotisa de Hathor, por lo que cobra sentido el que figuren esas cruces. Son cruces coptas o paté, las que llenan  las paredes de la tumba  y que probablemente fueron pintadas por los primitivos cristianos con posterioridad a la fecha de datación de la tumba, que se encuentra en muy mal estado y con signos de haber sido destruidas inscripciones y decoraciones originales.

 

Esta cruz proviene del Ankj egipcio o cruz ansada como también se le conoce y representa el óvalo y la “T” Tau inferior, simbología con marcado carácter sexual, ya que es atribuida a los ritos de Isis y Osiris y representa el óvalo al útero y la Tau a los atributos masculinos, de ella se derivan todas las cruces en sus diferentes formas, tanto religiosas como heráldicas. El Ankj fue un símbolo utilizado por el gnosticismo cristiano en Egipto, cuya corriente aglutinaba la filosofía, religión, esoterismo etc. arraigado después en el cristianismo del principio de nuestra era, con un gnosticismo pagano, considerado herético.

 



La cruz es el símbolo más antiguo de la humanidad, ya que su simple diseño que conforman dos líneas cruzadas, tienen el profundo significado de unir lo divino con lo humano. Esa unión es el resultado de una intensa transformación del hombre para sí mismo, alcanzando la gnosis, por eso es tan extendido su uso a lo largo de todas las culturas y desde tiempos inmemoriales, quizás herencia de nuestra civilización madre.

 

 


miércoles, 22 de mayo de 2013

EL TEMPLE, LA FEDE SANTA Y DANTE ALIGHIERI



"Como al que quiere hablar y no halla acento me llevó Beatriz y dijo: Mira de estolas blancas este gran convento". “libro del Paraíso” de la Divina Comedia versos 127-129 del capítulo XXX





La mirada correcta para visualizar la obra de Dante, es la esotérica. Revestidos de comedia, poesía, literatura…, los legados de muchos artistas, escritores, poetas, pintores, humanistas etc, expresan un significado oculto más allá de la aparente inocuidad o el aspecto lúdico que muchos quisieron ver en ellos, tal es el caso de los trovadores o de los relatos caballerescos. Queda patente a lo largo de la historia que, una enseñanza primigenia ha sido transmitida a iniciados y sociedades secretas en sus círculos más estrictos y que se envolvían dichas enseñanzas de un velo de simbología, para no ser detectadas ni comprendidas por los profanos. Una de esas sociedades secretas, en el ámbito esotérico fueron los templarios, como ya se ha expuesto en multitud de ocasiones. La herencia de ese saber oculto, el conocimiento de los cimientos del Universo y de todo lo que le rodea, sedimenta en una cadena ininterrumpida a lo largo de la historia y por diversas corrientes ya que el esoterismo no pertenece a ninguna ideología, corriente o religión específica, porque es universal. Quienes se adentran en la senda para descubrir ese otro significado que encierran esas obras, se posiciona en el camino del Grial. La figura de Dante Alighieri, se contextualiza biográficamente en Florencia, donde nace, aproximadamente, el 29 de Mayo de 1265 y fallece en Rávena en 1321, conocido como poeta cuya obra cumbre es “La Divina Comedia”. Pero su proyección va mucho más lejos. Fue doctor y farmacéutico, escribió diversos tratados, se vio inmerso en el conflicto que involucró a muchos florentinos en aquella época, en la lucha entre Güelfos, a los cuales pertenecía como Caballero y los Gibelinos, dos facciones políticas que apoyaron desde el siglo XII a la Casa de Baviera en Alemania. Más tarde después de la victoria de los Güelfos, éstos se dividieron en dos facciones, los Güelfos Blancos, partido político de Dante y los Güelfos negros. 

 

Esta comprometida vida política y social, es solo una pincelada, porque lo que marcó realmente la existencia y la obra de Dante fue el encontrarse con el amor de su vida, encarnado en Beatriz Portinari, a la que conoció a la edad de 9 años, protagonista de la primera obra conocida de Dante llamada “La Vita Nuova”, posteriormente aparecerá en la Divina Comedia.







Ella murió a la edad de 24 años, nunca le declaró su amor, fue el amor puro y cortés que cultivó y albergó Dante hasta su muerte, fue el referente de los “Fedeli d’Amore” o como se le conoce también por el nombre de “La Fede Santa”, orden secreta terciaria del Temple, compuesta por hombres de letras, humanistas, etc entre los que se encuentran Petrarca, Boccaccio, Cavalcanti, Giordano Bruno, Pico Della Mirandola, etc, que revisando las obras de ilustres escritores, pensadores, matemáticos y muchas más disciplinas, nos encontramos con que muchos de ellos, no eran lo que aparentemente mostraban a la sociedad, que no sabía penetrar en la verdadera esencia del mensaje escondido bajo las alegorías de sus obras. Se intuye que este amor por Beatriz, no sea más que la idealización del amor puro, alquímico, personificado en una mujer dotada de una identidad civil, pero que solo representa el símbolo de algo más profundo, la sabiduría del principio femenino de la creación, el grial que lo contiene todo, “La Sophía” venerada desde los inicios y a la que se le representa como una mujer virginal  y etérea a la que amar eternamente.

 



El esoterismo de Dante es más que patente y lo advierte él mismo en un verso, para que los que contemplan la vida sin el velo, puedan penetrar en el verdadero significado de su obra.

 

O voi ch'avete gli´ intelletti sani,

Mirate la dottrina che s´asconde

Sotto il velame delli versi strani!

 

 

La Fede Santa era una orden secreta laica o seglar, que ya existía antes de que el Temple fuese abolido o extinguido, que no exterminado. El denominador común de la orden, como en tantas otras, era su tradición iniciática propia del temple y las doctrinas ismailitas, como los ( haschischin ), cuyo nombre en realidad significa “Guardianes de Tierra Santa” y no los significados que se les ha dado y que han derivado en una secta de asesinos que consumía hachís. Es indudable la estrecha relación y colaboración de los haschischin con los templarios, que también eran guardianes de Tierra Santa, su coincidencia en los colores adoptados y su jerarquía. Se tiene constancia que Templarios y haschischin tomaron contacto en Siria antes de 1128, año de la redacción de la Regla del Temple y la confluencia de doctrinas y símbolos, nos hace llegar a la conclusión de que tanto estas dos ordenes, como los Cataros, Rosacruces y otras corrientes similares, fueron alimentadas por enseñanzas de diversas culturas, entre ellas el Islam. 

 

 


 

En el Museo de Viena existen dos medallas que representan a Dante y al pintor Pierre de Pisa. Las dos llevan la enigmática inscripción en iniciales de “F.S.K.I.P.F.T” cuya traducción es "Fidei Sanctae Kadosch Imperialis Principatus Frater Templarius", donde las palabras “Fidei Sanctae” se refieren a la “Fede Santa”, a cuya orden pertenecían los dos personajes nombrados, con el titulo de Caballeros Kadosch, grado 30 de la Masonería, templario por excelencia, que significa en hebreo “Santo o Consagrado” y “Frater Templarius” delata su filiación al Temple. Se da la particularidad de que la primera de las medallas, la de Dante, a pesar de que la sitúan en el Museo de Viena, no aparece en el catálogo e inventario, por lo tanto es como si no existiera, contemplando la duda de que figure expuesta y la segunda, no se encuentra en dicho museo, si no que la he podido localizar en el Museo de Harvard. Como siempre, el secretismo.

 



Lo que refleja en síntesis la obra de Dante es en definitiva, los grados de iniciación, jerarquías espirituales por la que ha de pasar el hombre para su perfección, alquimia espiritual, kabbala hebraica, palabras de paso y signos de reconocimiento como adoptaron los Cataros y la masonería primigenia.Sin duda la obra de Dante esconde, para el que desee quitarse el velo, la más elevada   gnosis templaria, sobre todo en la obra que dejó sin titulo porque murió antes y que nominó Boccaccio como “Divina Comedia”, en la que es Bernardo de Claraval, el que le lleva a su viaje de iniciación. Boccaccio plasma en su obra “Tratatello in Laude di Dante” que Dante viajó a París en 1309, cuando ese mismo año se celebraban las sesiones de la comisión eclesiástica de París, ante la cual deberían de comparecer los templarios, entre ellos Jacques de Molay el 26 de Noviembre de ese año, mostrando así su apoyo al Gran Maestre y quizás el cruce de instrucciones.

 




En ella hay 13 cantos en los que hace referencia al Temple y a los Fedeli d’Amore, que estuvieron ocultos por temor a hacerlos públicos y que posteriormente fueron encontrados por un discípulo suyo,  Piero Ravignani por la revelación del lugar donde estaban escondidos, 8 meses después de la muerte de Dante.

Por más que se empeñen los detractores, esas enseñanzas siguen vivas al igual que los Templarios que permanecen entre nosotros. Indudablemente el esoterismo de Dante abarca mucho más, pero invito a descubrirlo. Como colofón recoger las palabras del Cardenal Francesco da Barberino, miembro de la Fede Santa en su obra "Documenti d’Amore”

 

 

"Yo soy la fuerza y miro si viniera

alguno que este libro abrir quisiera;

y si no fuese el de tener derecho

con esta espada le atravieso el pecho".

 

miércoles, 20 de febrero de 2013

BENEDICTO XVI Y EL PAPA CELESTINO V, ¿UN TEMPLARIO EN ROMA?.



Pietro Angeleri di Murrone, era el nombre de cuna de quien, al ocaso de su vida se convirtió, obligadamente en el Papa CelestinoV.Nació en Isernia en 1215 y murió en la torre del castillo de Fumone 19 de mayo de 1296, apresado por su sucesor en el pontificado Bonifacio VIII. En 1232 ingresó en el monasterio benedictino de Santa Maria di Faifoli. Su inclinación al ascetismo le llevó en 1239 a ser un eremita confinado en una cueva del monte Morrone, donde permaneció 5 años, fundando en 1944 la orden de los Celestinos, caracterizada por la vida en clausura. Llevó una vida propia de las costumbres de los Cataros, llegando a vestir una túnica humilde y áspera con una cadena a la cintura, emulando el aspecto de Juan el Bautista. Su nombramiento fue atípico, ya que la decisión de que fuese Papa fue tomada en su ausencia. Tuvo que personarse una comisión en el lugar donde habitaba Celestino V, para comunicarle el nombramiento. Su reticencia a ocupar el ministerio papal, le hizo rehuir varias veces a que ese hecho se consumara, pero al final lo ocupó solo por varios meses, al final de los cuales abdicó, puesto que el nombramiento de un Papa es comparable a una monarquía y es el término correcto para definir que un Papa deje su pontificado.. Este corto ministerio estuvo salpicado por episodios de huida, que al final le llevaron a su apresamiento y confinamiento en el castillo de Fumone, donde falleció, no se sabe con certeza si de muerte natural o asesinado, ya que las conclusiones de las pruebas radiológicas que se hicieron a sus restos en 1988, no han sido difundidas. 

 


Castillo de Fumone

 

En 1274  abandonó puntualmente su retiro, para asistir al concilio convocado por Gregorio X, en Lyon y se hospedó en la casa de los caballeros templarios a la que asistió el vigésimo primer Maestre templario francés, Guillaume de Beaujeu, que ostentó el cargo de Comendador de la Apulia, Italia, existe documentación que refleja ese encuentro . Aquí se plantea la primera pregunta, de cómo realizar ese viaje, sin contar con medios para ello, dada su condición de asceta. La respuesta está en los Templarios, como protectores de los peregrinos, pero no solo por ese detalle que como sabemos era una pantalla, para ocultar la verdadera misión del temple, si no por la influencia templaria, que posteriormente se vuelca en la construcción de la basílica de Santa María de Collemaggio, en la ciudad de L'Aquila, Italia en 1287, dos años antes de ser coronado Papa, basílica que está repleta de simbología templaria y alquimica. Evidentemente ese fue un encargo del temple, pues jamás se habría embarcado a una empresa de tal calado un eremita. El mausoleo que alberga el cuerpo de Celestino V, tiene el símbolo templario del Agnus Dei, el sello de Salomón y el del Rey David, así mismo figuran las efigies del Rey Salomón y la Reina de Saba, que no deja de ser curiosa esa simbología de la tradición judía. Se da la coincidencia de que en esa zona, se encontraba la antigua Iglesia de Santa María de la Asunción de construcción cisterciense. La fundación de la ciudad de L’Aquila fue atribuida a Conrado IV, en el año 1274, pero en realidad el artífice de la construcción de dicha ciudad fue su tío Federico II, gran conocedor de las claves esotéricas, de hecho se establece una gran correspondencia entre los planos de Jerusalén y los de L’Aquila .



 

En 1294, durante su breve papado Celestino V, emite la “Bolla de la Perdonanza” o Bula del Perdón, que absolvía a todo aquél que fuese a orar a la basílica. Otro detalle que llama la atención es la elección de su escudo papal, que muestra un dragón específico que, consultadas las fuentes en heráldica, nos remite a la insignia de la dinastía Rupénida del Reino Armenio de Cilicia, que fue un importante aliado de los cruzados, sobre todo de los templarios.

 

Escudo Papal Celestino V

 

Escudo de la dinastía Rupénida

 

Un cuadro anónimo del siglo XVII, recoge la coronación de Celestino V y curiosamente figura entre los personajes el Rey Eduardo II que luchó, junto con los Templarios, en la batalla de Bannockburn en 1314 en contra de Robert I de Bruce de Escocia, una copia de ese cuadro fue adquirida por el párroco de Rennes le Château, Bérenger Saunière, (cuadro que aparece en el frontispicio de este articulo). Son unas breves pinceladas históricas para comprender la relación de los hechos que envuelven la vida de este Papa y su íntima conexión con el temple.

 

 

El hecho de que su cráneo se encontrara perforado y en su interior se hallara un clavo de plomo, abre la más que probable vía del ritual funerario gnóstico, que practicaban merovingios y templarios, pero al ser robados sus restos en 1988, antes de que le practicaran las pruebas radiológicas, no ha transcendido el hecho de que, esa perforación se encontraba ya en su cráneo, o si por el contrario se descubrió después del hallazgo de esos restos, si fue ante o post mortem, porque eso sería de suma importancia y cambiarían algunas conclusiones, como por ejemplo de que fuese posterior al robo de sus restos, entonces estaríamos hablando de alguien que administró el ritual funerario gnóstico y por lo tanto, se abriría la hipótesis de que en pleno siglo XX, estaría presente una influencia capaz de realizar un acto semejante. No es el único cráneo que se ha encontrado con esa particular incisión en la parte izquierda. En algunas catedrales se muestran cráneos similares, la atribución de que sean o no de Juan el Bautista, como se adjudican o de cualquier personaje de transcendencia del cristianismo, no es relevante, si no el modus operandi practicado en esos cráneos, pues hasta ahora solo tenemos la certeza de la identidad de un cráneo, el de Celestino V.

 

Cráneo de Celestino V

Supuesto cráneo de Juan el Bautista

 

La afinidad, simpatía y similitudes del Papa Benedicto XVI, con la figura de su homólogo CelestinoV, es más que notoria. Son comunes a los dos pontífices, la reticencia a no ser nombrados para el ministerio. Se da igualmente la circunstancia de que Benedicto XVI, cuando la zona de L'Aquila y la propia Basílica de Collemaggio, fue seriamente dañada por el terremoto de 2009, anunció que todo aquél que fuera a orar a la Basílica, sería perdonado de sus pecados, al igual que recogía el texto de la Bula del Perdón, proclamada por Celestino V y ofreció su palio depositándolo en su urna funeraria. Su abdicación y su deseo de permanecer oculto y olvidado del mundo, recuerda al carácter eremita de Celestino. Puede que todas estas afinidades del Papa actual con el eremita, su decisión a abdicar y su apoyo demostrado, se deba a una necesidad de que se instaure una verdadera doctrina  gnóstica. ¿Estará dando quizás una orden subliminal para muchos a, quienes en la sombra esperan, para restablecer el orden perdido y la culminación de un plan para la humanidad de paz y justicia?.

 

 

El acto de Celestino fue criticado duramente en la obra de Dante Alighieri, la Divina Comedia, que lo definió como un cobarde, puede que él considerara que debía continuar en el Papado para hacer la reforma que el temple perseguía hace siglos y no asumió la decisión de Celestino V, o puede que tal decisión obedeciera a seguir preservando un secreto confiado por la orden templaria y que considerara que no era el momento oportuno para revelarlo a la humanidad, cosa con la que Dante, miembro de la Fede Santa, orden terciaria del temple, probablemente no estaba de acuerdo. A propósito de Dante, es significativo que  el párrafo final de “Deus caritas est” la primera encíclica escrita por el Papa Benedicto XVI, está inspirada en la Divina Comedia. Habrá que esperar a la última encíclica que está culminando y que no será pública hasta que se haya retirado, para ver que sorpresas nos depara. Para finalizar, que no cerrar este tema tan apasionante, citar los versos que Dante le dedica al Temple, en el “libro del Paraíso” de la Divina Comedia versos 127-129 del capítulo XXX, que de una forma sutil, dice:

 

"Como al que quiere hablar y no halla acento me llevó Beatriz y dijo: Mira de estolas blancas este gran convento".

 

Dante en el Purgatorio